lunes, 12 de marzo de 2012

Viaje a Roma. Comentarios del Facebook

Concha Tovar (4 de marzo):

Puedo escribir los versos más bellos esta tarde de nuestro viaje a Roma, pero como lo mío no es la lírica, voy a plasmar unas reflexiones sobre unos días que para mí, y creo que hablo en nombre de todos, han sido inolvidables.

La compañía ha sido perfecta, la ciudad... bueno, no me podía creer que existe una gran urbe donde los edificios no tengan más de cuatro pisos y todo menudeado de ruinas (en el buen sentido de la palabra) y de historia. El tiempo, estupendo (algunos han estado en camiseta todo el tiempo, no es mi caso) y no hemos perdido ni un solo momento ni de día ni de noche.

En el avión, los más oídos; en los aeropuertos, los que tardaban más en facturar (ejem); en la Fontana de Trevi, los más fotografiados por chinos y japoneses (¿qué haríamos?), en la Piazza de España, los más cantantes de nuestra tierra y los más bailones junto con otros grupos de españoles...hasta que alguien, vestido de policía, vino a llamarnos la atención por el alboroto. Pensaba que ocurría algo serio. Menos mal que llevábamos a José que le supo convencer de que éramos gente pacífica. Con el aspecto de nuestro José no es difícil comprender que lo tranquilizó enseguida.

Cuando nos hacíamos fotos, los que más nos reíamos, sobre todo delante del Coliseo donde nos hizo la foto una china que parecía que se iba a quedar bizca de lo bien que lo estábamos pasando.

Hemos pateado tanto la preciosa ciudad de Roma, que creo que hemos dejado huella como los romanos. Hemos aprendido muchísimas cosas y, sobre todo, que cuando la convivencia se hace con cariño, no puede fallar nada, porque hemos sido un grupo compacto que hemos estado de acuerdo por unanimidad en casi todo.



Me gustaría que a estas reflexiones mías, hechas en un cuarto de hora, se fueran sumando las de otros. 
Si no hay más, ya continuaré yo sola. Buaaaaaaaa

Ibon Martínez (7 de marzo)  

Me llena de orgullo y satisfacción escribir hoy aquí estas palabras.

Oh Roma! Caótica ciudad pero bella a la vez donde los semáforos están de adorno y los edificios son ruinas...

Bueno pongámonos serios. Este viaje ha sido, en palabras de Barney Stinson, Legen... espera un momento... Dario!

Como bien ha dicho Concha, la compañía ha sido insuperable y aunque no ha sido un viaje que me ha servido para conocer gente, si que me ha servido para mejorar las relaciones que tenía con muchos de ellos.

Sí, la verdad es que ha habido grandes momentos, aparte de los que ya ha dicho Concha no hay que dejarse el momento del atasco con las bicis, los cánticos de la ducha del señor Víctor Aso Morán (personaje que cundió bastante en este viaje), el momento de la ensalada de frutas y por supuesto la actuación de Nerea Fernandez como Celestina en la discoteca.

No se que más decir. Ha sido un viaje impresionante y doy las gracias tanto a Concha como a Jose por organizarlo y hacer que haya sido tan majo.

PD: si hay algo que no echaré de menos, son los 15 min



Nerea Fernández Sánchez (8 de marzo) 

Como lo prometido es deuda, aquí estoy, jaja.
 
Después de lo que han dicho Concha e Ibón no queda mucho más que decir... Sin duda alguna creo que todos coincidimos en que ha sido un viaje inolvidable y por supuesto, no sólo por el encanto que la ciudad de Roma tiene ya de por sí ella sola (en la que llegamos a la conclusión de que mires hacia donde mires, hay una cúpula o algún rinconcillo con un encanto especial) sino por lo que de verdad ha hecho que este viaje haya sido inolvidable: la compañía. Compañía que, una vez más, ha hecho que nos demos cuenta de lo que ya dijimos en el Festival de Navidad, que no solo somos compañeros, sino que somos más que eso, somos amigos. 

Amigos y alumnos-profesores, porque tampoco hubiese sido igual sin Concha, Jose y Mercedes, con su inmensa paciencia que nos han aguantado todas nuestras españoladas, incluso en momentos en los que estarían deseando matarnos como cuando ese amable policía nos corto en nuestro máximo esplendor o los retrasos o los olvidos… 


Pero a pesar de estos momentos han sido muchos más los buenos que han hecho que el viaje se haya convertido en un sueño cumplido.

No hay mucho más que decir, porque una imagen vale más que mil palabras...
 

 

Paula Bartolomé Fortuño (9 de marzo)

Bueno bueno a mi también me gustaría aportar mi granito de arena... 

La verdad que ya esta casi todo dicho, pero me gustaría daros las gracias por este pedazo de viaje! :) 

Cuando salió el viaje no tenía muy claro si ir, "Roma va a estar siempre" pensaba. Sí, es cierto que podría ir cuando quisiera, con mi familia, amigos... 

Pero lo que está claro es que con ellos no iba a visitar Roma en una bici de 4 personas chocándome con fruterías, tampoco cantaría canciones tipical spanish en la Fontana di Trevi, ni reirme de chinas vizcas, escuchar los cánticos de Victor y los viajes en bus se me harían muchisimo más pesados sin cantar rancheras, pachangeo o Los Gandulesss!! Gracias una vez más por este viaje, y en especial a los profesores, que sin ellos no habría sido posible!! y quiero que sepais que me encanta este buen rollo que hay entre todos este año :)



Irene Ángel-Alberola Laín  (10 de marzo)

Andiamo ragazzi!!

La verdad es que no me queda mucho por decir después de lo que ya han comentado Concha, Ibón y Nerea, pero os contaré lo que ha sido para mi este viaje. Sin duda unos días inolvidables tanto por la ciudad como por las vivencias pero, sobre todo, por la compañia tan genial que consigue hacer cualquier cosa especial. Por nuestra celestina Nerea, por Vitorro y sus cánticos (Nossaaaa, nossaaa...) , por Javi y su canción de Roma (que al final consiguió que lo fuera), los fotógrafos profesionales (Victor y Nacho, el galán), por Concha, José y Mercerdes... por todos en general.

Personalmente, disfruté como una enana con todo el Arte, monumentos, ruinas y demás (AAyyy la Fontana di Trevi), y descubrí mi vocación como guía turístico jajaja.

Nuestra estancia en Roma también nos sirvió para desmitificar los mitos italianos: ni las tías son espectaculares, ni los chicos tan guapos, eso sí, pesados un rato, como pudimos comprobar en la discoteca.






El idioma italiano precioso, eso sí lo que más escuchamos hablar fue español, japonés y chino, porque no hay que olvidar que...

¡¡SON 1.200 MILLONES DE CHINOS DE COLOR DE COLOR AMARILLO!! jajaja.

Podría seguir escribiendo decenas y decenas de anécdotas (en el bus, el avión, las noches, la ensalada de fruta y demás alimentos, el singular flashmob de Piazza España, la llamada de atención de los carabinieri...) pero esto se me alarga mucho ya.

Para concluir, diré que al regresar a España me alegré de dejar de engullir (que no comer) la pizza de la comida y la pasta de la cena y comerme una ensalada y de que los semáforos sirvan para algo.

Y ahora.... ¡¡¡DISPERZAOS!!!

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